En fecha 23 de Mayo de 2011 y por ajustada mayoría de 5-4, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos resolvió un relevante planteo en el marco de dos acciones de clase. Una de ellas involucraba un grupo de prisioneros con serios problemas mentales, «Coleman v. Brown»; mientras que la otra había sido planteada a favor de un grupo de prisioneros con serios problemas de salud, «Plata v. Brown». En ambos casos se discuten graves violaciones constitucionales ocurridas en el sistema carcelario del Estado de California.
El asunto llegó a la Corte luego de que un panel de 3 jueces de Distrito ordenara a dicho Estado limitar el número de reclusos por unidad como parte esencial de cualquier proyecto de solución para el problema estructural allí generado.
Según señaló la mayoría, el estado de situación denunciado ha persistido por años sin haberse corregido y configura una «sistemática violación de la Octava Enmienda» de la Constitución estadounidense (la cual prohíbe infligir castigos crueles e inhumanos). En una práctica poco usual, la mayoría incorporó como apéndice 3 fotografías que dan cuenta del estado de situación dentro de los establecimientos carcelarios en cuestión (ver pp. 51-52).
El fallo destaca que, luego de años de litigio, resulta evidente que un remedio para las violaciones constitucionales denunciadas en estos casos no será efectivo si no se reduce al mismo tiempo la población carcelaria. En ese orden, sostuvo que la Prison Litigation Reform Act (PLRA) autoriza el dictado de medidas como la dispuesta por el panel de jueces en este caso; y subrayó expresamente que el límite de población impuesto «es necesario para remediar la violación de los derechos constitucionales de los prisioneros».
La relevancia de la decisión es confirmada por el voto en disidencia de Scalia, para quien el voto de la mayoría confirma lo que es tal vez la más radical orden de este tipo «en la historia de nuestra nación».
La sentencia en inglés puede consultarse acá.
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